Una y otra vez me repito "no lo puedo creer". Me lo vuelvo a repetir mil veces más, mi percepción de la realidad cambia dramáticamente, todo parece irreal, suspendido, pausado. Un hecho que quiebra la rutina, un hecho incalculable e inesperado como la muerte de un amigo me deja en el lugar más triste e impotente. Me quedo congelado ante la noticia que me supera y lentamente me invade la angustia, la bronca y la tristeza.
La muerte, una vez más, me sorprende denotando su presencia de la manera más eficaz y violenta.
y sí, es algo incalculable. Debemos día a día ayudar y ser mejores personas. Decirle a los seres queridos todo lo que uno los ama y tratar de extenderlo a todo el universo... porque sino puede ser demasiado tarde.
ResponderBorrarEs duro,pero siempre que recordemos a la persona desaparecida,vivirá con nosotros.Un saludo.
ResponderBorrar