Miedo de vos.



...dejé de sentirme culpable y odiado justo en el instante que comprendí que en realidad de lo que huías era de vos misma. Lo que yo representaba aun en tu mente tenìa que ver con tus limitaciones, con tus miedos y con tu incapacidad de separar ello de la realidad.
Te imagino yendo por la vida esquivándote, cruzándote de calle para no verte a la cara, no atendiéndote el teléfono cuando ves tu número en el identificador y deseando con un miedo intenso, frío y controlado que jamás llegue el momento en el que debas, finalmente, enfrentarte a ti misma para saldar cuentas.