Morir en la calle

Nadie “elige” el lugar donde nacer.

Nadie “elige” no estar correctamente nutrido para crecer saludablemente.

Nadie “elige” no tener buena educación.

Nadie “elige” ser maltratado.

Nadie “elige” ser abusado.

Nadie “elige” no tener oportunidades.

Nadie “elige” ser discriminado.

Nadie “elige” ser ignorado.

Nadie “elige” estar solo en el mundo..

Nadie “elige” vivir en la calle.

Nadie “elige”...

Morir en la calle.

Aire Azul

Aire azul que flota a la deriva
y elije caprichoso
a quien puede sentirlo.


Si te elije,
te cambia,
te sensibiliza
y te transforma.


Aire azul que transmuta lo opaco por brillante,
lo triste por alegre
y lo intangible en táctil.



Si lo vez,
no lo persigás
pués más lejos el se irá.

Si lo respirás
disfrutalo,
no sabés si alguna vez volverá.

Si lo vivís,
nunca más lo podrás olvidar.



El Aire azul vuelve lo ordinario en único.

El Aire azul te hacer ver algo nuevo en lo ordinario.

El Aire azul te hacer ser mejor...
y peor al mismo tiempo.



Es efímero,
pero tiene rasgos de interminable.

Es cálido y emotivo mientras está,
pero frío e incomprensible cuando se va.


Es mágico,
pero desconoce su poder sobre los otros.
Es azul,
pero invisible,
pero azul.

Historia del caballo de ébano. Marc Chagall

Se fue

Juan no entendía, nunca lo hizo. Exploro muchos estados hasta llegar al que esta ahora, también elaboro curiosas hipótesis de por qué estaba sucediendo lo que pasaba. Lo hacía para tratar de aceptarlo, Juan es de esos tipos que necesita comprender las cosas, más allá de si los resultados le favorecen o no, él necesita entender. No tolera la incertidumbre, y el estado en el que esta situación lo había dejado lo tenía muy confundido y con pocas certezas.

Alguien había decidido sacarlo de su vida, borrarlo, extirparlo y todo sin aviso, sin declaraciones ni exposiciones de ningún tipo. Cuando él intentaba acercarse no tenía respuesta alguna o, en el mejor de los casos, respuestas tibias esquivas y monosilábicas.  Ni siquiera encontró el lugar para preguntar que había pasado. estaba grogui como un boxeador luego de un derechazo en el mentón, como un jugador sin cartas, ya se las había jugado todas.

Aún asi esperó y tuvo una oportunidad de expresar sus sentimientos de manera sincera, a pesar de todo él no necesitaba explicaciones de nada, aprendió a aceptar lo que no podía entender, pero no sin dolor. En un minuto mágico le dijo "vos sabes cuanto te quiero yo?..." y la respuesta que recibió fue inesperada... "yo también te quiero". La charla termino ahi, no pudo seguir, el contexto solo permitió eso. Lo que siguió al otro día fue:

1- Esperanza (de que lo hagan parte de nuevo)

2- Acercamiento (con un mensaje)

3- Silencio (su respuesta)

4- Decepción, ante sus falsa (ver punto 1)

5- Confusión (ante el conflicto de su percepción)

6- Aceptación (su único camino saludable)

Juan sigue sin entender pero se elaboro una nueva teoría  que lo deja un poco más tranquilo: están en dimensiones diferentes, él es ignorado de manera delierada ya que al parecer nunca existió. No hay una historia juntos, no hay momento vividos, no hay charlas charladas, no hay sentimientos, él es un total desconocido. La nada. Es como si la otra persona, o Juan mismo, fuera un fantasma incapaz de interactuar, registrar y muchos menos recordar.

Juan sabe que en el fondo esto no se trata de él, esto es otra cosa que, quizás, nunca logre conocer y mucho menos comprender. Juan se siente triste, como de luto, como alguien que esta haciendo un duelo porque una persona a quien quiere se fué. Cuando esto pasa ya no podes decirle a la otra persona que la querés, que deseas que sea feliz, que te gustaría estar ahí para ayudar, para escuchar. Cuando el otro se va hay un vacío que no se puede llenar y que lleva tiempo aceptar.

Juan esta ahí triste, ya acepto todo, pero tiene el dolor de alguien que sufrió la perdida de un ser querido, un ser que todavía está ahí pero que decidió sacar a Juan de su vida sin poder dar explicaciones, justo como cuando alguien se muere de verdad.