No te des por vencido, ni aún vencido,
no te sientas esclavo, ni aún esclavo;
trémulo de pavor, piénsate bravo,
y arremete feroz, ya mal herido.
Ten el tesón del clavo enmohecido
que ya viejo y ruin, vuelve a ser clavo;
no la cobarde estupidez del pavo
que amaina su plumaje al primer ruido.
Procede como dios que nunca llora;
o como Lucifer, que nunca reza;
o como el robedal cuya grandeza
necesita del agua mas no la implora...
Que muerde y vocifere vengadora,
ya rodando en el polvo tu cabeza!
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1854 - 1917
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