Un claro ejemplo es el del celular que nos acompaña a trabajar, a tomar un colectivo, a un café o a cualquier lugar. Por otro lado los celulares nuevos son muy delicados a golpes y humedad, además su batería dura mucho menos debido a sus enormes pantallas y excesivas funciones.

- 47 caídas desde 1,2mts (desde el bolsillo de mi campera)
- se deslizo dentro de un inodoro (por suerte luego de tirar la cadena)
- fue mordido por un cachorro doberman de dientes filosos
- lo metí en el lavarropas con un pantalón
El robusto artefacto aún me sigue brindando un excelente servicio y lo mejor de todo es que si el día de mañana dejara de funcionar poca sería mi preocupación al respecto. Simplemente sería reemplazado por otro de su misma calaña: cumpliendo con mis básicas exigencias técnicas y con el menor valor del mercado.
Escuchemos el testimonio de uno de nuestros lectores:
"tenía un celular ultimo modelo de un valor aproximado de $1700- Estaba todo el día cuidándolo y pendiente de que nada le pasara. Finalmente una tarde lluviosa resbale en la acera y mi móvil se deslizo a la calle, las corrientes del desagüe lo arrastraron y lo vi desaparecer en las alcantarillas. Aún no logro reponerme de la pérdida"
Esta es la clave: exigencias funcionales mínimas y el menor valor. El resultado es que antes su eventual pérdida reduciremos las molestias a su mínima expresión.
Este mismo principio puede aplicarse a otros objetos de alta exposición como un stereo, un par de anteojos, un reloj pulsera, etc.
Siguiendo estos sencillos consejos podrás llevar una vida más plena y feliz sin darle importancia a frivolidades como las que comentamos en blogs como éste.