Mi incondicionalidad hacia las personas también me hizo ganar amigos y sostener relaciones, solo por el hecho de estar cuando alguien me necesitaba me hacia un personaje útil y siempre se daba por descontado que yo estaba dispuesto y disponible sin importar demasiado que cosas me estuvieran pasando a mí.
Lentamente comenze a tener el control de lo que pasaba a mi alrededor, primero estaba totalmente irritable, y mis reacciones ante los conflictos eran quizás un tanto desmedidos. Pero con el tiempo me plante en un lugar muy cómodo para mí. Desde este lugar de la lógica enfrento los conflictos diarios que mi vida me plantea, desarticulo intentos de manipulación basados en exageraciónes o simples deformacíones de la realidad. Desde aquí veo todo claro, en general nunca me quedo sin decir lo que pienso. Supongo que todos estos cambios afectan directamente mi sistema de relaciones de una manera radical.
Sigo siendo incondicional pero solo para las personas que no solo me visitan cuando necesitan algo, mis convicciones son las mismas de siempre y hoy más que nunca son MIAS.
Ahora tengo menos amigos, me moví, cambie, creci, estoy convirtiéndome en lo que quiero ser. Si una relación no tolera el crecimiento y uno de sus pilares era mi pasividad pues ya no podre ser funcional a ese vínculo.
La gente que quiero a mi alrededor es la que me respesta, me reconoce como individuo, me entiende, me perdona y confía en mí.
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